Tened memoria…
Texto: Judas 17-21
En estos versículos tenemos los cinco consejos de Judas para todo creyente:
1. “Tened memoria…” (vv. 17-19)
2. “Edificando sobre vuestra santísima fe” (v. 20)
3. “Orando en el Espíritu Santo” (v. 20)
4. “Conservaos en el amor de Dios” (v. 21)
5. “Esperando la misericordia de nuestro Señor” (v. 21)
De ellos, el que nos ocupa por lo presente es el primero, que más específicamente dice: “Tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo…” La doctrina apostólica no era sólo para su tiempo y cultura, como algunos alegan. Hay que recordar siempre sus palabras, porque fueron inspiradas por el Espíritu Santo. \»Las palabras\» significa todas ellas, no sólo algunas doctrinas que ciertos hombres consideran «fundamentales».
Para los que quieren ser fieles a Dios, agradarle y conocer Su bendición, lo primero es tener memoria. Es imprescindible recordar lo que Dios dice. Si no, perdemos discernimiento y podemos equivocarnos o ser engañados. A continuación aparece una lista de textos donde Dios señala el error y pecado de olvidarse de Él y de Su Palabra.
¡NO OLVIDEMOS!
Dt. 32:18 “Te has olvidado de Dios tu creador”
Jue. 3:7 “olvidaron a Jehová su Dios”
1 S. 12:9 “olvidaron a Jehová su Dios”
Sal. 78:11 “se olvidaron de sus obras”
Sal. 106:13 “Bien pronto olvidaron sus obras”
Sal. 106:21 “Olvidaron al Dios de su salvación”
Sal. 119:139 “se olvidaron de tus palabras”
Is. 51:13 “ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor”
Jer. 50:6 “se olvidaron de sus rediles”
Ez. 23:35 “te has olvidado de mí”
Os. 13:6 “se olvidaron de mí”
El olvido de la Palabra de Dios es un problema antiguo, todavía común y siempre peligroso. Comenzando en Génesis 3 con la primera tentación en el huerto de Edén, uno de los principales errores y pecados del ser humano a lo largo de la historia es el de olvidarse de Dios, Su carácter, Sus palabras y hechos. Podemos olvidar por despiste, por descuido, por torpeza o bien por desprecio y desestimo. El diablo lucha para hacernos olvidar. ¡Entonces, hay que luchar para recordar!
En Judas se nos exhorta a recordar y guardar las palabras que nos han sido dichos por los siervos de Dios, como dice: “por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo”. Nadie tiene derecho a modificar la doctrina apostólica: ni pastores, consejos de ancianos, misioneros, obreros, teólogos, concilios ni otros (2 Ts. 2:15).
El padre en Proverbios exhorta a su hijo a recordar sus palabras, enseñanzas, consejos y advertencias (2:1; 3:1, 4:5; 6:20; 7:1, etc). Los hijos olvidadizos e infieles causan tristeza, daño y dolor. No sólo se trata de los pequeños, sino y tanto más cuando sean mayores y “olvidan”, descuidan o rechazan las enseñanzas y advertencias de sus padres. Creen que como ya son adultos, no necesitan todo eso, pero el libro de Proverbios contiene mucho para hijos que son jóvenes adultos. Aunque piensen que no, todavía necesitan recordar y guardar esos consejos.
Pablo le exhorta a Timoteo a recordar y guardar lo que se le enseñó. Es de gran importancia ser fiel a la sana doctrina. Hoy en día hay quienes fueron enseñados por buenos maestros en años pasados, pero que a diferencia de Timoteo, no recuerdan ni guardan ni siguen lo que aprendieron de ellos. Seamos fieles, pues es nuestra responsabilidad, y el Señor Jesucristo examinará este aspecto de nuestra vida, entre otros, en el Tribunal de Cristo.
¡RECORDEMOS!
Neh. 4:14 “acordaos del Señor, grande y temible”
Sal. 105:5 “…de las maravillas que Él ha hecho”
Ecl. 12:1 “Acuérdate de tu Creador en … tu juventud”
Is. 44:21 “acuérdate de estas cosas…no me olvides”
Mal. 4:4 “acordaos de la ley de Moisés mi siervo”
Lc. 17:32 “Acordaos de la mujer de Lot”
Lc. 24:6 “Acordaos de lo que os habló…en Galilea”
Jn. 15:20 “Acordaos de la palabra que yo os he dicho…”
1 Co. 11:24-25 “haced esto en memoria de mí”
Ef. 1:16; 1 Ts. 1:2 a los hermanos, en oración
Ef. 2:11 de lo que erais en otro tiempo
Col. 4:18; He. 13:3 de los hermanos presos
2 Ti. 2:8 “Acuérdate de Jesucristo”
He. 13:7 “Acordaos de vuestros pastores”
Ap. 3:3 “Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete”
El buen uso de la mente y la memoria es una de las claves de la vida de piedad: “llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Co. 10:5). Hay que conquistar la pereza mental. El cerebro también es uno de nuestros miembros (Ro. 6:13, 19) y como tal debe ser presentado a Dios como instrumento de justicia.
Recordemos el buen camino marcado en la Palabra de Dios:
“Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma”.
Jeremías 6:16
Carlos Tomás Knot